El niño interior simboliza nuestro ser emocional, esa parte vulnerable que reside en el interior de toda persona adulta y que solicita cuidado y atención.
“Cuando recuperamos nuestra infancia, el amor vence al miedo” (T. Robbins)
El niño interior simboliza nuestro ser emocional, esa parte vulnerable que reside en el interior de toda persona adulta y que solicita cuidado y atención.
Todos los seres humanos hemos sido condicionados a muy temprana edad a través de la crítica, el rechazo…y todos, en menor o mayor grado, cargamos con viejas heridas infantiles que necesitan ser sanadas y contaminan, de alguna forma, nuestro bienestar presente. Liberarnos de esa carga emocional supone, además de la revisión de aquellas experiencias infantiles que perturban, un continuado proceso de autoconocimiento y fortalecimiento de la autoestima.
Profundizar en nuestro autoconocimiento y acercarnos a esa parte emocional que representa nuestro niño interior para poder así iniciar su recuperación son los objetivos principales de este curso.
Este curso de autoconocimiento se estructura en dos partes:
Una parte teórica del curso que sirve de reflexión y en la que se descubre, analiza y comprende esa parte emocional nuestra a la que se denomina niño interior.
Una parte práctica del curso en la que, a través de una serie de ejercicios (visualizaciones, afirmaciones…) y tareas se promueve la recuperación del niño interior.